espacio de salud integrativa

Crecer como persona es un proceso de toda una vida, y para ello, a veces sentimos que estamos inmersos en una sociedad demasiado acelerada que no nos permite ser protagonistas de nuestra propia vida, que seguimos un camino que nos aleja de la nuestra esencia, que le seguimos aplicando los automatismos aprendidos o las lealtades heredadas aunque esto nos distancia de nuestros sueños, aspiraciones y necesidades. El camino hacia el bienestar y el crecimiento personal implica conseguir vivir el día a día en equilibrio y armonía en relación con nosotros mismos y con las demás. Para ello es importante identificar si estamos en el lugar en el que queremos estar y si estamos satisfechos con la vida que vivimos. Llegados a este punto, si no es así, nos corresponde pasar a la acción e iniciar un proceso de transformación para recuperar el propio bienestar y autosatisfacción, teniendo en cuenta que no hay objetivos marcados establecidos. Cualquier cambio que nos propongamos es un proceso individual y personal. Nadie puede hacerlo por nosotros ni nos puede decir hasta dónde tenemos que llegar. Transformar nuestra vida requiere autorreflexión, tomar conciencia de cuáles son nuestras capacidades y límites en cada momento para conseguir los cambios positivos que nos proponemos de forma duradera. Iniciar un proceso de revisión y cambio vital comporta un gran esfuerzo por poder sostener todo lo que nos vaya surgiendo a nivel personal y que suceda a nivel relacional con nuestro entorno. Así, es importante tener un buen acompañamiento que podemos iniciar a nivel grupal o individual. Con esta propuesta le proponemos un espacio abierto a un grupo de personas con esta inquietud, interesadas en aprender a abrirse a uno mismo ya los demás. El grupo nos expone, a veces nos intimida, pero al mismo tiempo nos acoge, nos ofrece comprensión, cariño y fuerza, generando un entorno ideal para mirarse a uno mismo y para ver y reconocer a los demás. Un espacio donde aprender juntos sobre nuestras dificultades y capacidades trabajando con dinámicas aplicadas a todo el grupo, siguiendo siempre las necesidades y emergentes de cada uno a nivel individual. Con este proceso puedes mejorar tu autoaceptación, la comunicación contigo misma y con las demás. Aprender a establecer objetivos realistas, detectar los automatismos propios y creencias y lealtades impuestas que aunque nos dan sensación de seguridad, a menudo nos limitan perdiendo de vista las propias necesidades. El principal objetivo de este proceso que inicias siempre debe ser mejorar tu bienestar y tu calidad de vida.